Destruyen una estatua de Jesús en la iglesia de Saint-Hilaire-du-Harcouët (Francia)
La figura del Sagrado Corazón de Jesús —aproximadamente de 1,70 m de altura y cerca de 40 kg— apareció rota el 17 de octubre. Sólo quedó de pie la mano con el índice apuntando al cielo.
En la comuna de Saint-Hilaire-du-Harcouët (departamento de la Manche, Normandía, Francia) se ha vivido una escena de gran conmoción entre su comunidad cristiana: una estatua del Sagrado Corazón de Jesús apareció completamente destruida dentro de su iglesia parroquial. Según los testimonios recogidos por Tribune Chrétienne, sólo quedaba de pie la mano de la estatua, con el índice apuntando hacia el cielo.
Estatua restaurada hacía poco
L'estatua destruida había sido restaurada hacía poco y era una pieza imponente, de unos 1,70 metros de altura y casi 40 kilos de peso. Se levantaba sobre un pedestal sostenido por dos pilares, por lo que nadie duda de que su caída fue provocada.
El párroco, aturdido, confesó que al principio pensó que se trataba de un simple acto de vandalismo, pero pronto se dio cuenta de que el gesto tenía otra dimensión. Era, dijo, una verdadera profanación, un ataque directo a un símbolo sagrado y querido por la comunidad. La sospecha de que sólo se haya destruido esta figura, y ninguna de las demás estatuas que hay dentro de la iglesia, alimenta aún más la idea de una acción premeditada.
Los fieles que se acercaron el siguiente domingo no podían esconder su emoción. Uno de ellos, visiblemente afectado, resumió el sentimiento general con una frase corta y contundente: «Es un acto de pura y gratuita malicia. No lo entendemos, simplemente no lo entendemos». Ante el monte de fragmentos y la mano solitaria que todavía señalaba el cielo, muchos vieron una especie de signo, una imagen cargada de simbolismo que evocaba resistencia y esperanza en medio de la desolación.
Sin embargo, en Saint-Hilaire la herida por la destrucción es especialmente profunda porque no se trata de una pieza cualquiera, sino de una imagen central para la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, uno de los iconos más arraigados del catolicismo francés.
Sin embargo, en Saint-Hilaire la herida por la destrucción es especialmente profunda porque no se trata de una pieza cualquiera, sino de una imagen central para la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, uno de los iconos más arraigados del catolicismo francés.
La parroquia se encuentra ahora ante el reto de levantar de nuevo la estatua destruida, pero sobre todo de restituir la sensación de seguridad y respeto dentro de su templo. El caso no está aislado: en Francia, muchas iglesias sufren desde hace años actos de vandalismo y profanación, hasta el punto de que la mayoría permanecen cerradas fuera de los horarios de misa para protegerse de ataques constantes.
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