Dinamarca aplica medidas extremas y reduce la inmigración en un 90 %.

Condiciones duras, controles constantes y ayudas condicionadas. La vida incómoda en Dinamarca disuade a la llegada de inmigrantes.

Imagen ilustrativa

Generada por IA

Dinamarca ha logrado reducir casi a cero la llegada de inmigrantes en tan sólo una década. Lo ha hecho mediante medidas polémicas pero efectivas, como la prohibición del burka, la retirada de ayudas sociales para quienes no aprenden la lengua y una política deliberada de incomodidad para disuadir a nuevas llegadas. Esta estrategia ha sido documentada en un extenso reportaje de la periodista Sue Reid para el Mail on Sunday (3 de mayo de 2025), desde la capital danesa, Copenhague.

Objetivo claro: "proteger la cultura de Dinamarca"

Todo empezó en el 2019, cuando el gobierno socialdemócrata de Mette Frederiksen anunció que la inmigración descontrolada había puesto en peligro la cohesión nacional. Pese a gobernar desde la izquierda, Frederiksen adoptó un discurso y unas políticas que habitualmente se asociaban a la derecha más dura. Su objetivo declarado era preservar la identidad danesa y proteger el estado del bienestar.

A partir de entonces, Dinamarca desplegó un conjunto de medidas contundentes:

  • Prohibición del burka y el niqab en espacios públicos (ya aprobada en 2018).
  • Obligación de aprender danés para mantener el derecho a ayudas públicas.
  • Publicación de ránkings de delincuencia según su origen nacional.
  • Confiscación de joyas y efectos de valor a los recién llegados por pagar su estancia.
  • Incentivos económicos por marcharse voluntariamente.
  • Centros de deportación con condiciones limitadas y sin libertades.
  • "Ley de los guetos", que permite al gobierno dispersar a inmigrantes concentrados en barrios considerados conflictivos y desmantelar zonas con alta densidad de población no occidental.
  • Deportación automática delincuentes extranjeros, incluso en casos menores, si carecen de residencia permanente.
  • Revocación de permisos de residencia si el país de origen se considera seguro (como Siria después de la caída de Al Asad).
  • Campaña internacional de disuasión, especialmente en redes sociales, con un mensaje claro: “Dinamarca no es tierra de acogida.”

Hacer la vida incómoda como estrategia disuasoria

La clave de la estrategia danesa no ha sido sólo cerrar puertas, sino hacer que la vida en el país sea difícil para los inmigrantes que no cumplen determinados criterios. Quien no aprende danés, pierde el acceso a ayudas. Quien no logra asilo, es enviado a centros de deportación como el de Sjaelsmark, a una hora de Copenhague, donde se reparte comida tres veces al día pero no se permite trabajar, estudiar ni vivir con libertad.

Uno de los logros que se reivindica desde el gobierno danés es la pacificación de zonas conflictivas. Un ejemplo es el barrio de Mjolnerparken, considerado oficialmente un gueto para no-occidentales. Con las nuevas leyes, muchos de sus residentes fueron trasladados a otros sitios del país y los delincuentes deportados.

¿El resultado? El barrio se ha convertido en una zona "99% más segura", según dice el propietario palestino de una tienda local. “Ahora hay pocos disparos y pocas bandas. Dinamarca cumplió lo que nos había prometido", explica a la periodista británica. Hoy en día, Mjolnerparken está lleno de cafeterías veganas, tiendas de diseño y viviendas nuevas.

Caída drástica del número de llegadas

En 2015, Dinamarca recibió más de 21.000 peticiones de protección, en plena ola migratoria después del conflicto sirio. En 2024, la cifra cayó hasta sólo 2.333. Mientras, Reino Unido recibió más de 108.000 en el mismo año. Esta caída del 90% no es fruto de la casualidad, sino de una campaña deliberada: mensajes en redes sociales disuasorios, condiciones severas para quedarse y una cultura institucional orientada a frenar la inmigración.

Dinamarca, con una población de sólo seis millones, ha logrado lo que muchos países europeos no quieren: tener el control de sus fronteras y decidir quién puede vivir en el país y quién no. El modelo danés ha empezado a llamar la atención de otros líderes, como el primer ministro británico, que recientemente se reunió con Frederiksen en Downing Street para conocer de primera mano su estrategia.

Partidos como Reform UK, liderados por figuras como Nigel Farage, toman Dinamarca como referente de lo que podría hacerse en Reino Unido: deportaciones de delincuentes extranjeros, restricciones a los derechos sociales y una política migratoria sin concesións.

La lección que deja Dinamarca es clara: si un país quiere controlar la inmigración, puede hacerlo. Pero debe tomar decisiones difíciles, impopulares y, a menudo, polémicas. Su éxito no se explica sólo por las leyes, sino por la coherencia de su aplicación. Hacer la vida incómoda se ha convertido en una herramienta de política migratoria. Y, guste o no, los resultados han llegado.

La justica en Alemania valida la sharia: absuelto a pesar de 140 violaciones

Un tribunal de Frankfurt invoca "costumbres familiares" para exculpar a un hombre de 30 años casado con una chica de 15 bajo la sharia y acusado de 140 violaciones.

Casi el 70% de las mujeres en Italia teme salir de noche por si las violan

El 81,8% de las mujeres en Italia considera que la calle es más peligrosa que hace cinco años. Los delitos sexuales han aumentado un 34,9% durante este mismo período.

Cada vez más irlandeses quieren salir de la UE para detener la inmigración

La llegada masiva de inmigrantes a Irlanda empuja cada vez a más ciudadanos a poner en duda la continuidad del país en la UE.

La solución islámica para que los padres no violen a sus hijas

“El padre es un hombre” y “el diablo puede tentarle al padre a hacer cosas”. La solución es muy fácil.

Reino Unido más cerca de reintroducir el delito de blasfemia para proteger el islam

La Fiscalía acusó a un ciudadano de “acosar a una institución religiosa” por quemar un Corán. Las presiones han hecho que rectificara y ahora "sólo" le acusa de desórdenes.

El halal se impone en Francia y arrincona al cerdo y al alcohol de los supermercados

Las grandes superficies aumentan la oferta halal y reducen o eliminan el cerdo y el alcohol en determinadas zonas

Asesinato de honor en Suecia. La mujer quería divorciarse.

Siete familiares implicados. Las autoridades no dicen el origen de la familia, pero la prensa dice que son afganos.

Dan la nacionalidad alemana a paquistaní que dice "cuando tenga el pasaporte alemán, os liquidaré"

Ayesha Khan recibe la nacionalidad a pesar de haber publicado mensajes como "Los alemanes no deberían existir" y "Los blancos son un defecto".

Bélgica se divide por el velo en las escuelas: prohibición en Flandes, permisividad en Molenbeek

Flandes apuesta por la prohibición a alumnos y profesoras; Molenbeek (Bruselas) debate permitir símbolos religiosos.

Frase de la Semana

El islam no puede clasificarse como moderado o no. Islam es islam. -Tayyip Erdogan
El islam no puede clasificarse como moderado o no. Islam es islam. -Tayyip Erdogan

Imagen de la Semana

Puta - Buzón
-Puta
-Buzón
Scroll al inicio