Chipre del Norte se manifiesta en contra de permitir el velo en las escuelas
El velo estaba prohibido en los institutos de Chipre del Norte hasta que las autoridades, alineadas con Turquía, levantaron la restricción.
Según informa la agencia Associated Press, miles de personas se manifestaron el viernes 2 de mayo en Nicosia Norte para protestar contra la decisión de las autoridades de permitir el velo islámico en los institutos. Hasta ahora, el sistema educativo de la parte turca de Chipre mantenía una norma clara: ningún símbolo religioso en las aulas. Pero la reciente decisión de revocar esta norma ha sido interpretada como un intento de Turquía de imponer el islam político a una sociedad que, desde hace décadas, defiende el laicismo como rasgo identitario.
Los manifestantes, con pancartas como “No pasará” y “Chipre seguirá siendo secular”, denuncian que detrás del cambio normativo existe una estrategia de “social engineering”. Elma Eylem, presidenta del sindicato de profesores de secundaria KTOEÖS. “Ésta no es una cuestión de libertad individual —afirmó—, sino un intento deliberado del partido islamista turco AKP de controlar nuestra sociedad a través del cuerpo de las chicas”.
Chipre del Norte es musulmana, pero secular
Aunque la mayoría de los turcochipriotas se identifican culturalmente como musulmanes, Chipre Norte ha sido históricamente uno de los territorios más seculares del mundo islámico. Esta actitud se debe a varios factores: la herencia laica de las reformas kemalistas de Turquía, la influencia británica durante el período colonial y una identidad propia que a menudo se contrapone al autoritarismo de Ankara.
La sociedad turcochipriota ha intentado mantener una separación clara entre religión e instituciones públicas, especialmente la escuela. La introducción del velo en las aulas rompe ese equilibrio y enciende las alarmas de muchos sectores que temen perder su autonomía cultural y política ante la injerencia de Turquía.
Tensión creciente entre laicidad e islam político
La protesta del 2 de mayo no es la única expresión del malestar social que ha generado la introducción del velo en las escuelas. Días antes, el Departamento de Asuntos Religiosos de Chipre del Norte suspendió un imán para decir que quienes se oponen al velo son “infieles”. En la misma publicación en las redes sociales avisó de que no haría servicios funerarios a los que no aceptara el velo.
Este ataque iba dirigido contra el sindicato de profesores KTOEÖS, lo mismo que ha liderado las movilizaciones en defensa de la escuela laica. Las declaraciones de Damar generaron un alud de críticas públicas, y las autoridades religiosas de la isla, bajo fuerte presión, reaccionaron abriendo una investigación disciplinaria y suspendiendo temporalmente el imán de sus funciones.
Este episodio demuestra hasta qué punto la imposición del velo no es percibida como una simple medida simbólica, sino como una ofensiva organizada que utiliza la religión como instrumento de control político y social. Los sectores seculares de Chipre Nord han dejado claro que no piensan ceder.
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