Pies de cerdo contra la construcción de un centro para inmigrantes en Holanda
Los vecinos de Berlicum protestan con pies de cerdo, huevos y petardos contra la construcción de un albergue por refugiados.
Imagen de los pies de cerdo en la valla del solar.
Según informa el medio local Digitaal Burg, algunos vecinos del pueblo de Berlicum organizaron una protesta contra la construcción de un centro para entre 250 y 300 solicitantes de asilo. Entre las acciones de rechazo, algunos manifestantes colgaron pies de cerdo en la valla del terreno donde está prevista la construcción de las instalaciones.
Protesta tensa frente al ayuntamiento
Berlicum es una localidad relativamente pequeña y tranquila, con un entorno mayoritariamente rural y residencial con comunidad cohesionada. La convocatoria de la concentración se difundió a través de las redes sociales y atrajo a cientos de personas, incluyendo a muchos menores de edad.
La protesta se desbordó con actos violentos pese a la notable presencia policial. El ayuntamiento de Sint-Michielsgestel (al que pertenece Berlicum) fue objeto del malestar: algunos manifestantes arrojaron huevos, colgaron pancartas reivindicativas e hicieron estallar fuegos artificiales.
Aunque la tensión fue alta durante un rato, la situación se calmó sobre las siete y media de la tarde. Tras la protesta, se registraron daños importantes en el entorno del ayuntamiento. Se prevé que en los próximos días puedan ocurrir nuevas manifestaciones.
Motivos de seguridad y medioambientales
Los organizadores de la protesta justifican la movilización porque aseguran que el objetivo es evitar la instalación del centro por motivos de seguridad y por su capacidad, que consideran excesiva para la zona.
Además, grupos ecologistas se oponen al lugar de acogida por motivos de conservación de la naturaleza, pero se alejan del vandalismo y lo califican de inaceptable aunque entienden el malestar.
Incendio a los terrenos y pies de cerdo
Ya de noche, alguien provocó un incendio en los terrenos donde debe construirse el refugio y colocó pies de cerdo en la valla que le rodea. El portavoz del grupo de protesta, alejó la organización de este acto específico, diciendo: "Un individuo lo habrá hecho. No debemos juzgarnos mutuamente, nos necesitamos mucho en esta protesta".
Los organizadores se comprometieron a continuar su campaña con una velada para los residentes prevista para el 2 de abril, donde esperan que las voces locales sean escuchadas por el ayuntamiento.
Protestas cada vez más habituales
En Países Bajos ha habido protestas por la llegada de refugiados, sobre todo hombres adultos, a pueblos y ciudades pequeñas. En Doezum, un pueblo de 700 habitantes en Groningen, el ayuntamiento anunció la construcción de un edificio para albergar a 100 refugiados con estatus reconocido. Los vecinos recibieron la noticia por carta y no habían sido informados antes. Esto generó malestar y quejas por la falta de diálogo y por el cambio repentino en la vida del pueblo. La llegada prevista supondría un aumento del 14% en la población de Doezum.
En otros puntos del país, como Gelderland o Limburg, también ha habido movilizaciones vecinales contra centros de acogida de e inmigrantes. En muchos casos, las quejas no se centran tanto en la presencia de refugiados como ena falta de diálogo democrático y en la sensación de que las decisiones se toman "desde arriba", sin escuchar a las comunidades afectadas.
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