Silvia Orriols de Australia se presenta en el senado con burka y vestido de colores
Pauline Hanson se puso un burka porque le impidieron presentar una propuesta de ley para prohibirle. Dice que si no quieren que le lleve que lo prohíban.
Redes Sociales
El 24 de noviembre de 2025, la senadora australiana Pauline Hanson provocó el caos en el Senado de Australia cuando entró vestida con un burka negro. Se le puso minutos después de que la cámara le impidiera presentar una ley que buscaba prohibir las cubriciones faciales integrales en el país. Hanson utilizó la indumentaria como gesto de protesta y desafió reiteradamente a la autoridad de la presidencia del Senado, que le exigía retirarse y cambiarse de ropa.
Pauline Hanson de 71 años lleva décadas luchando contra la opresión de las mujeres en Australia y es la segunda vez que realiza esta acción. El Daily Mail explica que el debate se encendió y terminó expulsada de la sesión.
Varias senadoras —especialmente las musulmanas— reaccionaron con indignación y la calificaron de “racista” e “islamófoba”.
El resto de senadores se indignó y le dijeron racista
La entrada de Pauline Hanson con un burka y un vestido de flores debajo provocó una reacción inmediata y furibunda de varias senadoras. Las parlamentarias musulmanas hicieron evidente el rechazo al gesto. Lo interpretaron el gesto como una provocación directa y una humillación pública. La senadora verde Mehreen Faruqi tomó la palabra amparándose en el privilegio parlamentario y condenó la acción sin tapujos: “Ésta es una senadora racista que muestra un racismo y una islamofobia flagrantes, presidenta, y alguien debería retomarla por ello“", dijo Faruqi con tono firme. Sus palabras, directas y contundentes, tensaron de forma inmediata el ambiente en la cámara y abrieron un debate cargado de emoción e indignación".
La reacción de Faruqi encontró eco rápidamente en otros miembros del Senado. El independiente Fatima Payman, que lleva hiyab, expresó su frustración con una dureza inusual en el Senado. Aseguró que Hanson estaba “faltando al respeto a una fe, a los musulmanes y musulmanes australianos”Payman advirtió que aquella escena era “absolutamente inconstitucional” y que había que resolverla antes de continuar la sesión.
A las críticas se sumó la ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, quien recordó que los senadores representan a personas de todas las religiones y de todos los orígenes, y que lo mínimo exigible en un Parlamento democrático es actuar con decencia y respeto institucional. Las intervenciones de Faruqi, Payman y Wong hicieron evidente que el gesto de Hanson había provocado un enfrentamiento abierto.
Expulsión de Pauline Hanson hasta que lleve “ropa apropiada”
Después de un debate encendido y un hemiciclo completamente desbordado por la tensión, los senadores australianos votaron a expulsar a Pauline Hanson del pleno y no permitirle volver hasta que se presentara con “ropa apropiada”. La presidencia le ordenó abandonar de inmediato el cuarto, y la sesión se suspendió pocos minutos después, marcando uno de los episodios más caóticos de la legislatura.
Una vez obligada a salir, la senadora tampoco rebajó el tono. Denunció en las redes que el Senado le había impedido defender su propuesta y calificó de "hipócritas" a los parlamentarios que rechazaron su proyecto de ley. Afirmó que el burka es una pieza “opresiva, radical y no religiosa” que –según ella– pone en riesgo la seguridad del país y fomenta el maltrato de las mujeres. Por eso prometió seguir llevándolo dentro del Parlamento hasta que la pieza sea prohibida por ley: “Si no quieren que lo lleve, que prohíban el burka”, declaró. En el exterior del recinto, las críticas continuaron. La líder de los Verdes, Larissa Waters, calificó su comportamiento de ’abominable” y remarcó que la maniobra “no mejora la vida de nadie” y sólo consigue que las personas racializadas se sientan menos seguras en el país.
“"Si no quieren que lo lleve, que prohíban el burka"”
Una vez expulsada del hemiciclo y desafiando la decisión del Senado, Pauline Hanson convirtió su salida del Parlamento en una nueva plataforma. En las redes sociales, la líder de One Nation denunció que los senadores habían bloqueado su ley para prohibir el burka y otras coberturas faciales integrales. Advirtió que seguiría llevando el velo hasta que Australia lo prohibiera por ley. “Pese a que está prohibido en 24 países del mundo, incluidos países islámicos, los hipócritas de nuestro Parlamento han rechazado mi proyecto de ley“, afirmó.
Aseguró que el burka es un “tocado opresivo, radical y no religioso” que pone “en riesgo nuestra seguridad nacional y fomenta el maltrato de las mujeres”, y proclamó: “Si el Parlamento no quiere prohibirlo, lo exhibiré para que todos los australianos sepan qué está en juego. Si no quieren que lo lleve, que prohíban el burka.”» Con esta declaración, Hanson no sólo reivindicaba el gesto, sino que anunciaba que persistiría en su campaña hasta el límite de las normas parlamentarias.
Este episodio también reabre el precedente del 2017, cuando Hanson ya había accedido al Senado con un burka y fue duramente reprimida por el entonces fiscal general George Brandis. En aquella ocasión le dijeron que, “Ridiculizar la vestimenta religiosa de alguien es atroz. Somos una sociedad tolerante y debemos respetar la fe de las personas.“
Quién es Pauline Hudson
Pauline Hanson tiene 71 años y entró en política en el 2016 como senadora de Queensland. Es la fundadora y actual líder del partido One Nation que se presenta como defensor de los "australianos ordinarios"“, contrarios a la élite política ya la inmigración masiva. El partido One Nation ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Según diferentes encuestas, el porcentaje de votos podría alcanzar el 13 % a nivel nacional en algunos sondeos de 2025, frente a los aproximadamente 6-7 % de resultados electorales previos.
Su representación en el Senado se ha doblado recientemente con cuatro escaños, lo que le brinda más peso político en el hemiciclo superior. Por lo que se refiere a presencia local, One Nation se está expandiendo a nivel de base con la creación de nuevas ramas electorales en regiones hasta ahora poco cubiertas y trabaja para disputar espacios tradicionales de los partidos mayoritarios.
One Nation ha estado rodeado de controversias prácticamente desde su nacimiento. Una de las más recurrentes es su discurso antimigración y, de modo particular, su oposición explícita a la inmigración musulmana. Pauline Hanson ya causó un fuerte rechazo al año cuando afirmó que Australia estaba en riesgo de ser "inundada" por asiáticos, y años después dirigió el mismo mensaje contra comunidades musulmanas. Esto ha situado al partido en el centro de múltiples denuncias por racismo, islamofobia y fomento de la división social, tanto por parte de las organizaciones de derechos humanos como de buena parte del espectro político australiano. El partido ha defendido medidas como prohibir el burka, limitar severamente la inmigración y restringir programas multiculturales que consideran "destructivos para la identidad australiana"“.
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